¿A qué se denomina PCB?
La sigla PCB deriva del término en inglés “PolyChlorinated Biphenyls” que significa Bifenilos Policlorados (ó Difenilos Policlorados, con la sigla DPC). Se la usa en forma genérica la sigla en inglés - en casi todos los idiomas - no sólo para los bifenilos sino también para otros compuestos halogenados aromáticos relacionados con ellos, como por ejemplo los Terfenilos Policlorados, Difenilos Policlorados, etc. Los PCB son una clase de compuestos químicos orgánicos clorados (organoclorados) de muy alta estabilidad, no corrosivos y muy baja inflamabilidad, que se comenzaron a elaborar por primera vez en 1929 a escala comercial. Debido a estas características, fueron ampliamente usados durante décadas en una amplio rango de aplicaciones industriales, tales como aceites de corte, selladores, tintas, papel carbónico, aditivos para pinturas, y en particular, refrigerantes y lubricantes en equipos eléctricos cerrados, tales como transformadores y capacitores. A partir de 1970 comenzó a ser preocupante el impacto de los PCB en el ambiente, fundamentalmente por su persistencia. Esto condujo a decidir un cambio de tecnología y el reemplazo de este tipo de sustancias, a tal punto que ya en 1977 Estados Unidos de América (uno de los mayores productores) prohibió su elaboración, importación y muchas aplicaciones no eléctricas de PCB. También en dicho país se comenzó a regular estrictamente su uso, manipulación, almacenamiento y disposición final para las aplicaciones eléctricas. Similar actitud fue adoptada por otros países elaboradores de estas sustancias, tales como Alemania, Japón, Inglaterra, Canadá, por mencionar algunos.
¿Cómo es su aspecto?
Son de aspecto líquido aceitoso o sólido incoloro o amarillo claro. No tienen olor ni sabor. En las mezclas comerciales puede percibirse un olor que se debe a otras sustancias cloradas más volátiles que pueden acompañar la mezcla. No existen PCB naturales. Todas las mezclas son producto de síntesis química llevada a cabo por el hombre.
¿Cómo es su composición química?
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Son mezclas de hasta 209 compuestos clorados individuales (conocidos como congéneres). En el gráfico se observan las distintas posiciones que pueden adoptar los átomos de cloro sobre la molécula constituida por anillos bencénicos, identificadas con números. Otra forma de identificar dichas posiciones, relativas al enlace entre los dos anillos es mediante los términos "orto", "para" y "meta".
monoclorobifenilo = 1 átomo de cloro por molécula diclorobifenilo = 2 átomos de cloro por molécula triclorobifenilo = 3 átomos de cloro por molécula tetraclorobifenilo = 4 átomos de cloro por molécula pentaclorobifenilo = 5 átomos de cloro por molécula hexaclorobifenilo = 6 átomos de cloro por molécula heptaclorobifenilo = 7 átomos de cloro por molécula octaclorobifenilo = 8 átomos de cloro por molécula nanoclorobifenilo = 9 átomos de cloro por molécula decaclorobifenilo = 10 átomos de cloro por molécula
¿Cuál es la importancia de conocer el número de congéneres?
Los PCB comerciales están constituidos por mezclas de congéneres. De ahí que es necesario realizar un análisis específico de congéneres para poder comparar los resultados con patrones, y para rastrear por "huella dactilar" las fuentes de las contaminaciones y su posibilidad de degradación en el tiempo. Los PCB pueden lentamente sufrir decloración natural, o sea remoción de átomos de cloro - fundamentalmente los átomos de cloro más expuestos a fotólisis y a degradación microbiana - dando lugar a eliminación de los mismos, o simplemente su reordenamiento en una molécula de PCB diferente. Esto puede determinarse experimentalmente conociendo la "huella dactilar" del PCB. Es así posible realizar un seguimiento de descontaminación natural de un sitio, como por ejemplo un río contaminado. También es necesario este seguimiento cuando se lleva a cabo decloración en los tratamientos de aceites contaminados con PCB.
¿Cómo han llegado los PCB a contaminar el ambiente?
Se ha llegado a contaminar aire, agua y suelo durante su fabricación, uso y disposición; a causa de derrames accidentales y pérdidas durante su transporte; y por fugas o incendios de equipos o productos que los contenían. Aún hoy en día, pueden ser emitidos al ambiente desde sitios de disposición de residuos peligrosos; por disposición impropia o ilegal de residuos industriales y urbanos; por pérdidas de transformadores eléctricos viejos conteniendo PCB; y durante la combustión de algunos residuos en incineradores. Como su decaimiento en el ambiente es lento, pueden permanecer en él por largo tiempo. Los PCB pueden viajar largas distancias en el aire en forma de pequeñas partículas, producto en ocasiones de su quemado, y depositarse muy lejos de su lugar de generación. Sólo una muy baja proporción se disuelve en agua, quedando la mayor parte adsorbida a partículas orgánicas en suspensión y en el sedimento del fondo. En el suelo, quedan fuertemente ligados a la materia orgánica. En el agua los PCB son ingeridos por pequeños organismos y peces, que a la vez constituyen alimento para otros animales. Se acumulan en los tejidos grasos de peces y animales marinos, alcanzando niveles miles de veces mayores de los existentes en el agua, pudiendo llegar a través de la cadena alimentaria al hombre.
¿Dónde se los puede encontrar hoy en día?
Diversos relevamientos han identificados niveles de PCB en casi todos los elementos del ambiente, en todo el mundo. Esto se debe, principalmente, a prácticas incorrectas de disposición final y emisiones accidentales que tuvieron lugar entre 1930 y la década de 1970, y su consecuente transporte a larga distancia por corrientes aéreas globales. Una vez liberado al ambiente el PCB es extremadamente persistente, no se degrada fácilmente y tiende a perdurar por muchos años. Por otra parte los PCB, por su propiedad de asimilarse a los lípidos ("lipofilicidad") y su baja degradabilidad, tienen tendencia a bioconcentrarse a medida que avanzan en la cadena alimentaria; por esta razón generalmente se acumulan en los tejidos grasos de animales y humanos, permaneciendo en ellos con los consecuentes efectos toxicológicos. Aunque su elaboración está prohibida en casi todo el mundo, todavía quedan cantidades significativas en cierto tipo de equipos eléctricos. Asimismo, como los requerimientos de tratamiento final de estas sustancias son muy estrictos, muchos países carecen de la tecnología adecuada, y deben recurrir a la exportación a países que cuenten con la tecnología de tratamiento o destrucción y no tengan prohibición para su ingreso. Dichos movimientos transfronterizos se regulan por las disposiciones del Convenio de Basilea, al que nuestro país ha adherido. Esto encarece la disposición y conlleva a prolongar los períodos de almacenamiento transitorio de los residuos, tanto líquidos como sólidos contaminados, prolongando el potencial riesgo a una liberación accidental al ambiente y exigiendo un estricto y permanente control de los lugares de almacenamiento.
¿Cuál es la posible exposición en los seres humanos en general?
Según estudios realizados en países como Canadá, toda la población podría estar expuesta fundamentalmente a través de alimentos, y en menos proporción a través de aire y agua a pequeñas cantidades de PCB. Como resultado de esto, toda la población podría tener niveles detectables de PCB en tejidos grasos y sangre. Estos niveles no necesariamente implican efectos adversos para la salud. En base a estos estudios, Canadá ha estimado una ingesta diaria de PCB procedente de diversas fuentes, de un microgramo por día para el habitante Canadiense en promedio. En esta estimación debe tenerse en cuenta la distribución histórica del PCB en los países desarrollados y la ubicación geográfica del país mencionado, habida cuenta la mayor incidencia de la contaminación en países del hemisferio norte, por distribución global de estos compuestos orgánicos persistentes. Por otro lado, liberaciones no intencionales tales como incendios no controlados que involucren PCB, u otra forma de emisión accidental al ambiente, constituyen un riesgo adicional de exposición. Cuando los PCB, son sujetos a destrucción térmica no controlada, pueden transformarse en otros compuestos químicos peligrosos, incluyendo Dibenzofuranos Policlorados y ocasionalmente Dibenzodioxinas Policloradas (Dioxinas y Furanos, en general). Luego de un incendio, el material particulado emitido a la atmósfera, que puede contener estas sustancias, puede depositarse en distintas superficies incluyendo suelo y agua con potencial exposición humana. La exposición a nivel laboral hoy en día es mínima, dado la existencia de normativa específica de control y restricción en el uso de estas sustancias. No obstante, los trabajadores involucrados en el manipulación por mantenimiento, almacenamiento, transporte y disposición de los PCB, deben ser capacitados en medidas de seguridad y usar adecuada ropa de protección personal. En Argentina, la normativa específica de seguridad laboral que se aplica para dichas operaciones, está contenida en la Resolución MTySS N°369/91.
¿Cuáles son los efectos en la salud de la población?
La mayor parte de los efectos conocidos de los PCB en la salud humana, se relacionan con altos niveles de exposición, tales como los ocupacionales o exposiciones accidentales con ingesta de estas sustancias. Los efectos adversos a la salud incluyen formas severas de acné (cloracné), hiperpigmentación de uñas y piel, debilidad, espasmos musculares, bronquitis crónica y una variedad de efectos neurológicos subjetivos. Es importante destacar que estos efectos se han producido por exposiciones a niveles mucho mayores que los que pueden encontrarse en el ambiente. Los animales de laboratorio alimentados con altas cantidades de PCB durante períodos breves, manifestaron daños hepáticos de distinta gravedad alcanzado incluso la muerte. En tanto los que fueron alimentados con dosis bajas por varias semanas, manifestaron anemia, efectos dérmicos tipo acné, daños en hígado, estómago y tiroides. Algunos incluso sufrieron alteraciones en el sistema inmunológico, alteraciones en la conducta y en la función reproductiva. Monitoreos realizados en trabajadores expuestos a los PCB arrojaron alteraciones en sangre y orina que podrían predecir daño hepático. No obstante ello, los estudios sobre población expuesta en general no presentaron evidencia de efectos dérmicos o hepáticos. Los estudios científicos han coincidido que, por lo general, las exposiciones cortas a niveles bajos de PCB no tienen impacto significativo en la salud. Sí en cambio se especula sobre la posibilidad de efectos adversos asociados a exposiciones prolongadas a niveles bajos. Algunos estudios preliminares habrían indicado una posible asociación entre tal tipo de exposición y efectos físicos y neurovegetativos en recién nacidos e infantes. No obstante, se requieren estudios más avanzados para establecer fehacientemente la relación mencionada y la extensión de la misma, así como descartar efectos de exposición simultánea a otros contaminantes.
¿Pueden producir cáncer los PCB?
La Agencia Internacional de investigación de Cáncer (IARC, International Agency for Research on Cancer), ha llegado a la conclusión de que existe una probable relación entre exposiciones prolongadas a altos niveles de PCB en ambientes laborales y un aumento de la incidencia de cáncer, particularmente de hígado y riñón. Esta conclusión se basa en estudios de humanos expuestos a PCB contaminados con dibenzofuranos policlorados, que jugarían un rol importante en el desarrollo del cáncer. La mencionada Agencia Internacional para Investigación del Cáncer (IARC) considera al PCB como probable carcinógeno en humanos (ASTDR 1997; IARC 1987). Muchos de los datos de exposición de humanos provienen de incidentes de contaminación de aceite comestible con PCB y de exposiciones a PCB en trabajadores durante la fabricación PCB y mantenimiento de equipos que los contienen.
¿Pueden los PCB afectar a los niños?
Las mujeres que estuvieron expuestas a niveles relativamente altos de PCB en los lugares de trabajo o que ingirieron grandes cantidades de pescado coantaminado con PCB tuvieron bebes con peso ligeramente inferior que los de mujeres no expuestas. Los bebes nacidos de mujeres con ingesta de pescado contaminado con PCB presentaron respuesta anormal en ensayos de conducta infantil. Estas anormalidades consistieron en problemas de destreza motriz y disminución de la memoria a corto plazo que se mantuvieron por varios años. Estudios adicionales demostraron que habría alteración en el sistema inmunológico de chicos nacidos y amamantados por mujeres expuestas a altos niveles de PCB. No hay evidencia de efectos de nacimiento o de salud en niños mayores. La forma más probable de contaminación en infantes es mediante la leche materna, y por transferencia transplacental. No obstante ello se considera que los beneficios de la alimentación con leche materna justifican el riesgo de la exposición a PCB por esta vía.
¿Cuáles son las medidas de prevención para evitar el riesgo de exposición a los PCB?
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No permitir a los niños jueguen con chatarra o equipo obsoleto eléctrico, transformadores, capacitares, etc. No permitir que los niños se acerquen a zonas de abandono de basura o chatarra. Denunciar a la autoridad policial/ambiental más cercana el abandono de equipos eléctricos obsoletos. Denunciar ante la autoridad policial/ambiental más cercana el vertido ilegal de fluidos desconocidos en cursos de agua o en suelo. Avisar a la empresa de distribución de electricidad correspondiente ante cualquier anomalía en un equipo eléctrico en la vía pública o en edificios. No ingerir pescados procedentes de cursos de agua con contaminación industrial. Respetar los carteles de advertencia de ingreso o pesca deportiva en ríos/lagos contaminados. En los lugares de trabajo en que existan PCB:
Manipular equipos con fluido eléctrico o de transferencia de calor con fluido PCB o fluido desconocido con ropa de protección.
Usar siempre el equipo adecuado que el empleador tiene obligación de suministrar.
Seguir las instrucciones atinentes a la manipulación segura de estas sustancias y los equipos que las contienen.
Mantener las condiciones de higiene, ducharse y cambiar la ropa al término de la jornada laboral.
No llevar al domicilio ropa o herramientas contaminadas.
¿Existen ensayos para demostrar exposición a PCB?
¿Existen valores máximos recomendados en la legislación nacional?
La Ley 25.670 de presupuestos mínimos de protección ambiental para la gestión y eliminación de PCB define el nivel mínimo que debe contener una mezcla para considerarse contaminada por PCB Esta cantidad es de 0,005 % en peso, o sea 50 ppm (partes por millón). Asimismo se establecen en dicha norma metas para su eliminación total del territorio de la República Argentina antes del año 2010. No obstante ello, por tratarse de una norma de presupuestos mínimos según la Constitución Nacional Argentina del año 1994, normas complementarias provinciales pueden ser más estrictas que los definidos por esta Ley estableciendo, por ejemplo, plazos más cercanos para su eliminación del territorio provincial.
¿Qué debe hacerse con los PCB?
La solución es proceder en mediano plazo a la destrucción total del PCB remanente, evitando su dispersión incontrolada en el ambiente. La tecnología probada de destrucción de PCB a escala real involucra la incineración con una eficiencia suficientemente alta para asegurar la no generación de otros compuestos aún más tóxicos tales como las dioxinas y furanos. Esta eficiencia, debe ser superior al 99,9%. Específicamente para la Ley Nacional Nº 24.051 de Residuos Peligrosos y su Decreto Reglamentario Nº 831/93, la eficiencia de remoción exigida es del 99,9999 %. Al no poder garantizarse en nuestro país esta eficiencia y la no generación de dioxinas y furanos, es que los fluidos con más de 5.000 ppm de PCB deben ser exportados para su destrucción en el exterior. Existen otros métodos de tratamiento, pero hasta la fecha sólo pueden ser aplicables en nuestro país la descontaminación de aceites minerales con concentraciones de PCB por debajo del 0,5 % (5.000 ppm), mediante la decloración e hidrogenación catalítica. Estos métodos permiten asegurar con un margen de seguridad adecuado que los aceites descontaminados poseerán menos PCB que los que determina la Ley, o sea menos de 50 ppm. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha realizado inventarios de tecnologías disponibles internacionalmente de tratamiento y disposición final de PCB. Entre las distintas tecnologías propuestas se encuentran - además de las mencionadas - la hidrogenación térmica y el uso de hornos de clinker, pero las mismas aún no están disponibles en nuestro país.
¿Cómo se debe proceder para la eliminación total de PCB?
Actualmente la Argentina está exportando para su adecuado tratamiento en otros países, aquellos PCB o mezclas de PCB – o los equipos que los contengan - que posean una concentración mayor al 0,5 % en peso de PCB (5.000 ppm). Puesto que la capacidad operativa de las empresas habilitadas localmente para descontaminar PCB es aún limitada, muchos poseedores de PCB optan por exportar sus fluidos o equipos aún conteniendo concentraciones de PCB menores a esta cifra. La exportación de los PCB a destruir debe ser efectuada a un país que cuente con adecuada tecnología y no tenga prohibición de ingreso de estas sustancias. Esta exportación constituye un movimiento transfronterizo, que debe realizarse en el marco del Convenio de Basilea. El mismo se hace a través de la Dirección Nacional de Gestión Ambiental de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Autoridad de Aplicación de la Ley 23.922 de aprobación del Convenio de Basilea. Hasta marzo de 2003 se han exportado más de 2700 toneladas métricas de PCB y los equipos que los contenían. En el documento de Datos Estadísticos pueden observarse las destrucciones realizadas por emprendimiento voluntario de empresas y organismos de distintas jurisdicciones.
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